La geotermia es la energía almacenada en forma de calor bajo la superficie de la tierra sólida.
Existen distintos tipos de geotermia en función de la temperatura (entalpía) del recurso geotérmico, la profundidad a la que se obtiene y el uso para el que se emplea. El siguiente diagrama contiene información sobre los tipos de recursos geotérmicos, las tecnologías para su aprovechamiento y los distintos usos energéticos de la geotermia.
Elaborado por Margarita de Gregorio (Secretaria Gral. de GEOPLAT) para el proyecto europeo Crowdthermal
Capacidades de
la energía geotérmica
En España existe disponibilidad de recursos geotérmicos superficiales en todos los territorios. Mientras que los recursos geotérmicos profundos se encuentran disponibles fundamentalmente en las Islas Canarias (< 150 ºC) y en determinadas regiones de la península (Cádiz, Málaga, Granada, Almería, Murcia, Alicante, Huesca, Ciudad Real, Cáceres, Salamanca, Tarragona, Barcelona, Gerona, Lérida, Orense y Pontevedra).
La energía geotérmica es una importante fuente de energía renovable local, que genera habitualmente bastantes menos emisiones que los combustibles fósiles, y ciertos tipos de centrales geotérmicas producen unas emisiones prácticamente nulas. Además, contribuye a mejorar la balanza de pagos por compra de combustibles fósiles y a reducir la dependencia energética. La geotermia es geoestratégica al contribuir a la soberanía/autonomía energética de los territorios.
GEOELECTRICIDAD
Aportan carga base verde (ideal como back up a la penetración masiva de renovables interrumpibles en el mix).
Cuentan con un elevado factor de capacidad ≈ 80-90% (energía real generada vs. energía generada a plena carga).
Son hibridables con otras tecnologías renovables, mineras, etc. Además de cogeneración.
Sus costes de generación de energía son muy competitivos.
GEOENERGÍA TÉRMICA
Los sistemas de geointercambio son la mejor técnica disponible (MTD) para climatizar edificios (US Environmental Protection Agency, 1993). Generan energía térmica renovable (calor y frío) en la misma instalación, durante 24 h del día los 365 días del año. Son insonoros, sin impacto visual externo y sin torres de condensación (evitan problemas sanitarios por legionela), No inducen el efecto ‘isla de calor urbana’ en las ciudades. Y cuentan con los niveles de eficiencia energética más elevados del mercado (imbatibles por otras bombas de calor).
Pueden utilizarse tanto en edificaciones (individuales, colectivas, redes de distrito) como en industrias y sector terciario. Tanto en obra nueva como en rehabilitación. Pueden integrarse en estructuras.
Son sistemas inerciales, perfectos para laminar las puntas de demanda de consumo eléctrico que se dan en olas de calor y de frío.
Cuentan con capacidad de almacenamiento térmico en el terreno.
Son hibridables con otras tecnologías renovables térmicas y también con sistemas renovables de autoconsumo eléctrico (fotovoltaico)